Estadísticas
El 20
de diciembre, por encima de José Alfrodicio Flores Gutiérrez fue encontrado en
bolsas de plástico en el suelo en la ciudad de San Pedro Sula, Honduras. Al
parecer, el fallecido había recién llegado de vuelta a casa a Honduras desde
luego de ser deportado de los Estados Unidos. Cuando regresó a casa, dos
hombres entraron en su casa y se lo llevaron. Cuando él no regresó durante
varios días, su familia comenzó a buscar. Finalmente se detuvieron cuando las
autoridades encontraron el torso de la víctima, manos, extremidades inferiores
y la cabeza desmembrada en varias bolsas. Se concluyó que los atacantes
utilizaron machetes para matar Gutiérrez. Los hechos sangrientos que ocurrieron
en este artículo no son sorprendentes. Las Naciones Unidas declaró que San
Pedro Sula tiene la tasa de homicidios más alta del mundo. Un promedio de 20
personas son asesinadas por día, y representa el 42 por ciento de los
homicidios del mundo. La policía no puede detener la amenaza, ya que son superados
en número y corrupto. La violencia extrema es un producto de Honduras de ser un
instrumento en el tráfico de drogas y el de un gobierno fracasado. La mayoría
de los crímenes quedan impunes debido a la falta de recursos y el número de desbordamiento de los casos. Porque hay tanto asesinato, el 10% de los nuevos
asesinatos están motivados por la venganza de los asesinatos anteriores, lo que
crea un ciclo interminable de violencia.
Como estadounidense, tengo la suerte de vivir en una sociedad pacífica. Lectura de artículos como estos y de ver las fotos reales de los crímenes cometidos en San Pedro Sula me hace reflexionar sobre lo fácil una vida que tengo. Yo no tengo que preocuparme de recibir un disparo, o de ser secuestrado de mi casa a diario. Tengo el privilegio de ir a la escuela y ver a los amigos. Sin embargo, la mayoría de las escuelas de San Pedro Sula ofrecen educación insuficiente y los niños pierden amigos sobre una base diaria. Ocasionalmente, hay un tiroteo que rompe en el medio de la noche. Familias inocentes sólo pueden sentar en el suelo y esperar hasta que termine. Es demasiado a menudo nosotros, como estadounidenses toman por sentado nuestras libertades y las virtudes de la democracia.
Como estadounidense, tengo la suerte de vivir en una sociedad pacífica. Lectura de artículos como estos y de ver las fotos reales de los crímenes cometidos en San Pedro Sula me hace reflexionar sobre lo fácil una vida que tengo. Yo no tengo que preocuparme de recibir un disparo, o de ser secuestrado de mi casa a diario. Tengo el privilegio de ir a la escuela y ver a los amigos. Sin embargo, la mayoría de las escuelas de San Pedro Sula ofrecen educación insuficiente y los niños pierden amigos sobre una base diaria. Ocasionalmente, hay un tiroteo que rompe en el medio de la noche. Familias inocentes sólo pueden sentar en el suelo y esperar hasta que termine. Es demasiado a menudo nosotros, como estadounidenses toman por sentado nuestras libertades y las virtudes de la democracia.
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